Antonio Fernández Regidor
Nació en nuestra querida Niebla allá por los años cincuenta
donde creció rodeado del cariño de sus padres Vicenta y Pedro con los
privilegios e inconvenientes que le daba ser el progenitor de cuatro hermanos,
un hermano y dos hermanas.
Sus primeros recuerdos son de agua y piedra roja, de juegos
en la calle y de aire sereno en las tardes calurosas, pero en aquellos tiempos
todo daba igual… La Puerta del Agua y del Embarcadero junto al corral de Don
Casiano eran los escenarios preferidos de sus andanzas: los cernícalos eran el
centro de sus travesuras y al lado de su hermano Juan y sus amigos trataban, de
alguna manera, de alcanzarlos. Terminada la tarea, montar en columpios hechos
en cuerda o jugar en la calle hasta anochecer eran actividades que ponían fin a
su día a día.
La infancia nos dura poco, y el dulce e inocente periodo se
ha ido, para dar paso a la impetuosa juventud: Antonio Fernández comienza a
trabajar a la temprana edad de 14 años, con esfuerzos para ayudar en casa, en
la Pastelería de los Cabezudos, en la construcción, dando paso a sus años de
estancia en el ejército realizando el Servicio Militar en Canarias durante los
años 1977 y 1978. A su vuelta, sigue trabajando en la fábrica de cementos
durante un breve periodo de tiempo.
Durante estos años, fue forjando su personalidad, la que le
permitió ayudar a su familia, saber el carácter de la vida, de afrontarla con
dureza y sin temeridad, aspecto a destacar en su vida personal hasta hoy día.
En los años que pasó en la Mili comenzó sus estudios de
oposiciones a la Policía Nacional, las cuales aprobó. Posteriormente se
incorpora en enero del año 1979 a la Academia de Badajoz, en la que siguió
formándose como Policía y como la gran persona que hoy conocemos.
Su primer destino, Cataluña. Barcelona lo acogió durante un
año, dónde supo llevar el alma iliplense, donde aprendió que vivir lejos de las
murallas es muy difícil, que el amor a una Madre es fácil pero que se
engrandece aún más si la tenemos en la distancia, Madre de Dios, madre piadosa,
ansió el consuelo.
Madrid, siguiente destino, 22 años, largos y solitarios, su
familia su apoyo principal. Paqui es su compañera, su confidente, su amiga y
sabe que lo pasa mal. Es aquí, durante su estancia en la capital de España donde
empieza su vinculación más directa con el Partido Popular colaborando en los
colegios electorales. Su Niebla está lejos, pero sabe que queda poco, que la
vuelta a Niebla llegará pronto.
En 1999, la ansiada vuelta se produce y es destinado a
Huelva, donde desarrolla su actividad profesional hasta el año 2011,
instalándose, como no, en Niebla. Su casa, siempre cerca de la muralla, cerca
de esos muros y torreones rojizos que tanto lo vieron jugar, ahora en la
madurez de su vida, contemplan a un iliplense que trabajó por su tierra y que
durante estos años ha afianzado su familia, sus tres hijos que a pesar de los
destinos de la vida, son iliplenses, al igual que sus padres. Ya en el 2000
Antonio Fernández se afilia al Partido Popular de Huelva y empieza a colaborar
de forma más estrecha con las labores del partido en nuestro municipio.
Su trabajo no termina aquí, durante cuatro años, de 2007 a
2011 fue portador del simpecado de la imagen de la Virgen del Pino, labor
desarrollada con enorme gratitud y amor hacia la Madre. Tenerla tan cerca le ha
permitido sentir su aroma, oír sus plegarias, oler a Pino, a romero, a vivir
con Ella.
En 2007 se convierte en presidente del Partido Popular de
Niebla, empezando una nueva etapa en la formación política y poniendo su
granito de arena en un proyecto político que pronto cosechará los mejores
resultados electorales de su historia en nuestro municipio.
Su labor en Niebla no para, durante 3 ó 4 años formó parte
de la Asociación de Padres del Colegio San Walabonso, siendo elegido miembro
del Consejo Escolar y preocupándose también de la labor de coordinar el autobús
a Bonares para que los jóvenes de Niebla pudieran cursar sus estudios.
Impartió catequesis durante 4 ó 5 años, formando a los niños
y niñas de Niebla en la Palabra, en la iniciación en un camino de formación y
progreso.
Del mismo modo, y también como representante de padres y
madres, formó parte de la Comisión de la Infancia, dedicando sus esfuerzos a
tareas sin ánimo de lucro y repartiendo su bondad y su quehacer con los más
desfavorecidos.
Suyas son también las tablas del teatro. La Compañía de
Teatro de Niebla cuenta con su aportación, haciendo valer el conocimiento de su
pueblo, identificándose con la cultura local y dejando su granito de arena.
En 2011 decide encabezar la Candidatura del Partido Popular
de Niebla obteniendo unos resultados históricos para la formación política, convirtiéndose
en junio de ese mismo año en el primer alcalde del PP que gobierna Niebla.
Durante ese periodo, consolidó su amor hacia Niebla haciendo gala de su humildad
e iliplensismo, características que poco después provocaron la salida de
Antonio Fernández Regidor de la Alcaldía. Ya en 2013 su Presidencia en el PP de
Niebla es revalidada con la unanimidad de todo el Comité local.
Persona cercana, de aspecto serio pero elegante, rinde culto
a los valores sociales y de la vida. Toda su vida son valores, trabajados en
familia e inculcados a cuantos han disfrutado de su amistad o han tenido el
privilegio de trabajar a su lado.
Gran amante de su pueblo, no duda en
pasear y admirar diariamente su inmensa riqueza, sus gentes, su patrimonio,
hablar con sus vecinos, ver que su Niebla vive a través de los años, que su
Niebla, aquella que dejó hecho un adolescente ha evolucionado y se ha
convertido en pasajes de culturas, de vidas e ilusiones, dejando una huella inquebrantable.
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